por Jorge Luis Ubertalli | Telesur
El verdadero motivo de las críticas a Diego. Exaltador de Fidel y la Revolución Cubana; de Chávez y el bolivarianismo; de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y de otros/as que el diablo habría enviado para oscurecer el prístino cielo de los ricos y poderosos, el chaparro y morocho técnico argentino debe, como debió siempre, ser denigrado por lenguaraces cultos, como Grondona, o incultos, del poder.
Empinado en una oscura dialéctica y enancado en el acerado y dorado corcel de las espadas, los cañones, los crucifijos y los dólares- sobre todo estos últimos- el doctor Mariano Grondona, crudo exponente de la argentinidad de los hombres y mujeres de pro y atildada decencia, ahora opina de fútbol. Y como no, de Diego Maradona.
Como no podía ser de otra manera, la goleada alemana que dio por tierra con las aspiraciones del seleccionado local de clasificarse para los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica fue motivo para que el ya conocido ''Mariano'', siempre haciendo uso de su escolástico cultismo de utilería, se la agarrara con Diego y, por añadidura, con ''nuestra clase popular''.
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Empastada en ''La Nación'' del 8 de julio y con el título de ''La Argentina emocional'', una nota del opinólogo sostiene, en relación con el multitudinario recibimiento al plantel y a Diego cuando regresaron al país, que: ''Exaltar al principal responsable de una humillante derrota en vez de indagar severamente sobre las causas de ella para ponerles remedio en el futuro no parece una actitud racional'', cosa que sí, remata el catedrático, tienen los alemanes, al igual que holandeses y españoles. O sea, los civilizados. ''Lo que pasa''- acota Grondona- es que los argentinos no somos enteramente racionales sino también emocionales'', y seguidamente, tal cual sabelotodo ahora futbolístico, endilga a Diego no haber incluido a Verón, mas ''racional'' que Tévez, en el partido perdido ante los teutones.
Si uno va mas al fondo de la cuestión, aparece claro el verdadero motivo de las críticas a Diego. Exaltador de Fidel y la Revolución Cubana; de Chávez y el bolivarianismo; de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y de otros/as que el diablo habría enviado para oscurecer el prístino cielo de los ricos y poderosos, el chaparro y morocho técnico argentino debe, como debió siempre, ser denigrado por lenguaraces cultos, como Grondona, o incultos, del poder. Máxime cuando se sabe que pertenece a esa ''clase popular'' entre la cual, según Grondona ''la emoción reina sin disputas'', a contrapelo de ''nuestra clase media'', en donde impera, siempre según el impoluto y educado sabio Marianito, ''la razón''.
Quien en la nota citada cuestiona el cariño popular hacia el ''mito nacional'', Diego, que por supuesto no es de su agrado. Aunque sí lo fue aquel infeliz y tragicómico asno que orinó en la razón nacional durante un buen tiempo y coronó sus olores con sangre, muerte, corrupción y barbarie. En 1975, con el título de ''Meditaciones sobre el favorito'', Grondona se refería de esta forma a José López Rega, fundador de la Triple A y tutti altre cattivi cose: ''López Rega ha facilitado una serie de desenvolvimientos que se aprueban en voz baja y se aplauden en voz alta. La firmeza ante la guerrilla, la desideologización del peronismo, la recuperación de la Universidad son obras del discutido Ministro- Secretario. (...) López Rega es de esos luchadores que recogen por lo general la ingratitud del sistema que protegen...''.
Tres años mas tarde, el ubícuo periodista sostenía: ''El pronunciamiento del 24 de marzo ( de 1976), sus decisiones fundamentales. No los pongamos en duda hacia el futuro. Elaboremos a partir de ellos el futuro. Que la república civil nazca entonces de la república militar, sin solución de continuidad...''.
Comando civil en la Revolución Fusiladora de 1955 que derrocó a Juan Domingo Perón.
Colaborador incondicional de toda dictadura que asoló el país. Partícipe en 1961 de las conspiraciones cívico-militares contra Frondizi para que rompiera relaciones con Cuba.
Operador del fáctico José María Guido, sucesor de Frondizi, y miembro del gabinete de Acción Psicológica de una facción militar a las órdenes del tte. cnel Roberto Marcelo Lévingston, jefe del departamento ''Interior'' de la Secretaría de Informaciones del Estado (SIDE) desde 1958 y miembro del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), luego presidente de facto del país.
Cagatintas del dictador Juan Carlos Onganía, de su mas tarde sucesor ''liberal'', Alejandro Agustín Lanusse, y de la dictadura arribada el 24 de marzo de 1976. Profesor de la Escuela de Guerra, Director de la revista ''Visión'', financiada por Anastasio Somoza (h), compinche del lobbista periodístico Bernardo Neustadt, exaltador del menemismo y hoy panegírico del golpismo ''antikirchnerista'', entre otras cosillas, Mariano Grondona representó y representa al intelectualismo reaccionario local por excelencia. Tal como Mario Vargas Llosa, Andrés Oppenheimer, Alejandro Peña Esclusa y otros de su calaña, es la flor y nata de la reacción antipopular dondequiera que esté.
Sin embargo, eso ahora no importa, este no es el caso. Todo eso lo conocemos. Las fétidas lagunas del sabihondo doctorcillo emanan desde hace rato el mismísimo efluvio que prosigue al pifido.
Eso sí, que no hable de fútbol ni de Maradona. Porque los emocionales- y, por que no, también los racionales- no se lo vamos a permitir.