Memoria del saqueo

Memoria del saqueo es un exhaustivo documento acerca del proceso de vaciamiento económico, social y cultural que ha sufrido la Argentina que se remonta a sus orígenes a 1976, año de inicio de la última dictadura militar.

“Historia de una traición” (de Alfonsín y Menem), “La deuda eterna”, “El remate del petróleo” son títulos de algunos de los capítulos que estructuran la película, que de manera muy didáctica y contundente denuncia cómo fue necesario el acuerdo de todos los poderes corruptos (político, sindical, económico, financiero, etc.) para llevar a cabo la entrega vergonzante del patrimonio nacional.

El petróleo y el subsuelo argentino, las comunicaciones, las vías férrea y caminera, las aerolíneas nacionales están entre los temas cuidadosamente analizados, con entrevistas a reconocidos especialistas en cada materia, quienes denuncian cómo se entregaron –privatizaciones mediante– los medios productivos a las corporaciones extranjeras, por apenas una fracción de su valor de mercado.

Resultan elocuentes las imágenes de los ámbitos de poder donde se fraguó la entrega: esos anónimos pasillos de bancos y ministerios fotografiados en toda su ominosa solemnidad. Solanas es terminante: no busquen sutilezas en su film, no esperen matices o ambigüedades; su denuncia es un grito ante el cual nadie puede permanecer indiferente. Un juego permanente de paralelismos, oposiciones y contrastes va llevando firmemente el hilo del proceso de entrega hacia sus consecuencias, que él denuncia como un genocidio social: las imágenes de la miseria en la que está hundido el pueblo argentino, y sobre todo las de los chicos desnutridos en Tucumán, son de una crudeza ante la cual sobran las palabras.

Memoria del saqueo es un rescate de la memoria reciente, y está muy lejos de los numerosos documentales que surgieron al calor de los días de furia de la crisis que estalló a fines de 2001. Durante esas jornadas, era habitual verlo a Pino filmando las manifestaciones, los cacerolazos frente a los bancos, las asambleas populares y toda forma de resistencia civil. Algunas de esas imágenes pueblan este film, y otras estarán en uno próximo, pues Solanas considera a éste como la primera entrega de un díptico sobre la crisis argentina. Pero a diferencia de aquellos documentales realizados bajo el imperio de la urgencia, aquí se aprecia el oficio del cineasta.

No en vano Solanas y su célebre La hora de los hornos constituyen un hito del documentalismo argentino clásico (y digo clásico porque a partir de “no ficciones” como Los rubios, de Albertina Carri, empezamos a pensar otras formas, tanto o más interesantes, de encarar lo documental). Treinta años después, Memoria del saqueo viene a confirmar.