12 octubre 2011

Atentados iraníes: “Me dicen que dijo que le dijeron que alguien dijo”

Coincidiendo con la gira de Mahmud Abbás El presidente de la Autoridad Nacional Palestina por algunos países de América Latina como Venezuela, aparecen noticias de oscuras fuentes y dudosa procedencia tratando de instalar supuestos atentados iraníes. También recorre las redes sociales un supuesto y no chequeado martirologio de cierta actriz pro-occidental. Muchachos déjense de joder, nuestro enemigo histórico alentador de genocidios, es el imperio norteamericano y su aliados de siempre, no Irán ni Kamchatka. No compren carne podrida.

El anuncio de estos días acerca de que la DEA y el FBI habrían frustrado una conspiración Iraní para atentar en sendos atentados sobre las sedes diplomáticas de Arabia Saudí e Israel, tiene connotaciones de manual que ya se han utilizado antes en armados semejantes.

Curiosamente todo el caso se basa en las declaraciones de ciertos narcotraficantes de un cartel mejicano, que acudieron a dar testimonio ante la DEA de como quisieron contratarlos para efectuar los atentados. Es un armado infantil y estúpido. No obstante en base a esto se acude a un fiscal que presenta el caso en un juzgado y luego el resto del recorrido, los diarios de la gusanera miamesca que publican el caso a grandes titulares, otras cadenas y la red de Diarios como El Mercurio de Chile o el País de España y por supuesto Clarín de argentina lo publican y "voila", "habemus casus belis".

Hace cosa de un año una información publicada por TELAM con fecha 19-10-2010 el fiscal Alberto Nisman, afirmaba que el ex agregado cultural de la embajada iraní en Buenos Aires y prófugo de la Justicia argentina Mohsen Rabbani tenía probados vínculos con uno de los condenados por un frustrado ataque terrorista al aeropuerto J.F.Kennedy de Nueva York.

El hecho al que se refería el fiscal, como este más reciente, tuvo prudente repercusión en la prensa seria y en cambio fue abundante y profusamente publicado en todos los pasquines de Miami y la red de Diarios como El Mercurio de Chile o el País de España y por supuesto Clarín de argentina. La prudencia de otros medios se apoya en los escasos ángulos de luz de esta información, que llevara en su momento a Democracy Now a Titular de esta manera:
“…..
JURADO DECLARA CULPABLES A DOS PERSONAS EN CONSPIRACIÓN DE AEROPUERTO JFK

Un jurado federal declaró culpables a dos hombres guyaneses de conspirar para hacer estallar tanques de combustible en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York, aunque las autoridades federales admitieron que esta conspiración no llegó muy lejos. Los abogados de estos hombres dijeron que un informante del gobierno les tendió una trampa a sus clientes. Una de las pruebas clave del juicio fue una grabación del exterior del aeropuerto y del depósito de tanques de combustible. Uno de estos dos hombres, Russell Defreitas, hizo esta filmación utilizando una cámara comprada por el informante del gobierno, quien también tuvo que enseñarle cómo usarla. Sus abogados dijeron: “Russell Defreitas no puede planear ni cómo encender o apagar una filmadora”. Defreitas y el otro acusado, Abdul Kadir, podrían ser sentenciados a cadena perpetua.
(Fuente: Democracy Now)
…..”
Los hechos que rodearon el “frustrado atentado al JFK” están inmersos en un oscuro entramado que comienza con un narcotraficante convicto que acepta hacerse pasar por un aspirante a terrorista en un grupo que según le dijeran sus empleadores, planeaba destruir el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy.

Según el relato, este narco informante, se puso a las órdenes de los federales a cambio de una reducción de su sentencia.

Documentos del tribunal y declaraciones de investigadores, atestiguan que el informante empezó a trabajar para el gobierno en 2004, después de su segunda condena por tráfico en Nueva York, y en poco tiempo demostró ser una fuente fiable. (SIC).

El informante, según el acta de acusación federal, llegó a convencer a Russell Defreitas, uno de los integrantes del grupo, de que “había sido enviado por Alá para ser el hombre” que debía provocar la explosión.

De este modo cuatro musulmanes terminan acusados y condenados por conjurarse para destruir, mediante explosivos, un ducto de combustible de aviación, que llega al aeropuerto a través de vecindarios residenciales poblados, lo cual mataría a miles de personas y provocaría una catástrofe económica.

Lo que resulta extravagante y poco verosímil es que aunque los conjurados dedicaron supuestamente mucho tiempo y gran cantidad de viajes a su plan, no lograron obtener ningún tipo de explosivos antes de que las autoridades detuvieran a Defreitas y frustraran el plan.

Ahora la frutilla del postre en este cuento chino resulta que los hombres acusados en el caso JFK no acudieron como podría imaginar el lector desprevenido, a Pakistán, Irán o Afganistán en busca de apoyo.

No señores, no, los investigadores descubrieron a partir de lo declarado por el informante y los acusados Kareem Ibrahim y Russell Defreitas que efectivamente estos conspiradores visitaron un campamento del Jamaat al Muslimeen, un grupo extremista musulmán con asiento en Trinidad, frente a la costa de Venezuela.

Por todo esto da un poco de vergüenza ajena leer en las declaraciones del fiscal Nisman conclusiones que realmente son lo que parecen, patrañas urdidas para demostrar lo indemostrable y de paso echar un balde de brea sobre Venezuela país que todo el mundo sabe mantiene excelentes relaciones con la República Islámica de Irán.

Con todo ese lastre se pretendía aleatoriamente, embarrar preventivamente al gobierno recientemente asumido de Desi Bouterse, en Guyana.

Esta nación que forma parte de las 12 naciones que integran la Unión de Países Suramericanos (Unasur) y que reviste ciertamente interés económico para el imperio puesto que además de ser sede de una incipiente industria petrolera, supo ser el tercer productor mundial de Bauxita en los 80, periodo en que también gobernó Desi Bouterse a partir de la llamada Revolución de los Sargentos que tomó el poder a través de un golpe militar para luego reivindicar los principios de izquierda, acercándose a Surinam, Cuba, Nicaragua y Granada.

Pero esto no paró ahí, el fiscal Nisman, continuó sacando conclusiones y edificando teorías sobre este endeble y parcial basamento elaborado meticulosa y torpemente, en laboratorios de las agencias de seguridad del Departamento de Estado de los EEUU.

“Estamos atrás de esta información hace un mes, cuando los fiscales del distrito de Brooklyn emitieron la acusación contra dos personas acusadas de querer hacer explotar el aeropuerto en Nueva York. En el interrogatorio que se le hizo a una de estas personas, de apellido Kadir, surgió una relación con Rabbani”, dijo Nisman en diálogo con Radio 10.

El pasado 2 de agosto, el ciudadano de Guyana Abdul Kadir fue encontrado responsable, junto con su compatriota Russell Defreitas, de planear un atentado contra el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy de Nueva York en su calidad de integrantes de una célula fundamentalista.

“A partir de ahí tomamos conocimiento del allanamiento del domicilio de esa persona, que había sido alcalde y parlamentario de Guyana, y actuaba como agente de inteligencia iraní. Durante ese allanamiento en su domicilio en Guayana en 2007 en el marco de este juicio, se secuestró documentación muy importante”, agregó.

Nisman destacó “dos aspectos muy importantes” a tener en cuenta en la documentación secuestrada en esa oportunidad: la existencia de una “matriz de infiltración iraní” similar entre Argentina y Guyana, y la existencia de una comunicación fluida entre Mohsen Rabbani y Abdul Kadir “momentos anteriores y posteriores al atentado de la AMIA”.

“Cuando nosotros hablamos de lo que fue la matriz de la infiltración iraní en Argentina a partir del año ’83 con la llegada de Rabbani, sus objetivos, la exportación de la revolución islámica prevista en la constitución del estado iraní del ‘79 que se desarrolló en Argentina, ocurrió casi de manera similar en Guyana, de acuerdo a la documentación que se secuestró a esta persona”, afirmó.

“También había muchos faxes y cartas que intercambiaba esta persona Kadir -hoy condenada por este terrible atentado en Nueva York que quedó en grado de tentativa- con Rabbani, que abarcaba momentos anteriores y posteriores al atentado de la Amia, cuando Rabbani estaba en Buenos Aires y cuando estaba en Irán. Hay elementos muy comprometedores en todas estas misivas que nos autorizan a proseguir en este aspecto la pesquisa”, dijo.

Nisman concluyó que lo que está demostrando el juicio realizado en EEUU y la investigación por el atentado de la Amia, es que “este régimen iraní empezó en los años ‘90 comenzó a desplegar su matriz terrorista no sólo aquí, sino con el asesinato de disidentes en varios países europeos, y prosiguió por la vinculación que tendría ahora con este atentado”.

“Es decir que persistió a través del tiempo y con los cambios de gobierno en Irán. Desde que se instaló el régimen teocrático parece que la postura en tema de terrorismo es una sola”, concluyó.

Es maravilloso, se puede ver como una vez instalado el hecho se puede inventar sobre él casi hasta el infinito, como en el caso de la computadora del jefe guerrillero de las FARC  Raul Reyes de la que se podia sacar cualquier cosa, o las valijas de Antonini Wilson o supongamos un posible futuro diario intimo de Bin Laden, las combinaciones son infinitas para la infamia.

De este elemental y poco brillante modo es como las agencias del Departamento de Estado de EEUU urden esas tramas siniestras que parecen inspiradas en los casos de la Santa Inquisición, donde se torturaba a álguien hasta el borde de la muerte para que confesara que una fulana hablaba con el diablo y esto era prueba suficiente para quemar en la hoguera a la fulana de marras. Estas tramas bizarras son las que luego justifican invasiones golpes de estado y toda clase de basura imperialista.

Claro están un nivel abajo de grandes conspiraciones como La Voladura del Maine que les permitiera entrar en guerra con España para quedarse con Cuba, Pearl Harbour que justificó la entrada en la segunda guerra mundial, el Incidente del Golfo de Tomkin que justifico la guerra de Viet Nam, el ataque a las torres gemelas que justifico la invasión de Irak... etc., pero igual responden a un patrón de mentira simulación y complicidad del terrorismo informativo para mantener y extender las cadenas de la dependencia y el neocolonialismo en el mundo entero, así como para crear las condiciones para el saqueo de los recursos naturales de los países de los cuatro continentes.

Sinceramente, cuento por cuento, prefiero “Las Crónicas de Narnia”.

Javier Cirigliano