por Silvio Schachter, Arquitecto, periodista, ensayista, investigador de temáticas urbanas. Miembro del consejo de redacción de Herramienta.
Una serie de resultados electorales favorables a las fuerzas políticas de la derecha latinoamericana, para muchos imprevisible, ha torcido una tendencia que por más de una década se visualizaba equívocamente como una trayectoria lineal ascendente que dejaba atrás el tiempo del neoliberalismo económico y su hegemonía cultural.
No todo lo que se considera post-neoliberal, necesariamente, debe sumarse al universo de lo popular, aunque en sus gobiernos participen elementos progresistas e incluso de izquierda. Del mismo modo existe una derecha que se tuvo que desprender obligadamente de varias de las recetas que llevaron al colapso de las políticas económicas y sociales de cuño neoliberal. Ante el default era necesario recomponer el mercado para generar recursos y poder afrontar los pagos externos y garantizar la gobernabilidad.
Los golpes institucionales en Honduras (2009) y en Paraguay (2012)
fueron las primeras señales que mostraron que las fuerzas derechistas
tienen aún mucha capacidad de acción, pues cuentan a su favor con el
apoyo decisivo de los centros internacionales del poder político y
económico. La respuesta fue defensiva, primó el temor y la incapacidad
para radicalizar los procesos en curso, cediendo posiciones y ofreciendo
concesiones, sin asumir autocríticamente las debilidades, estructurales
y coyunturales, sobre las cuales se construían las políticas de un
nuevo consenso reaccionario.
Para lograrlo, las nuevas derechas crean partidos, se suman a los
partidos en crisis, cooptan cuadros políticos, forman nuevos dirigentes,
conforman alianzas insospechadas cargadas de un oportunismo visceral,
se metamorfosean detrás de una constante: olvidar el pasado, mirar hacia
adelante. Cambio es la palabra que se repite en los nombres y slogans
de sus coaliciones, donde se disimulan las trayectorias de los
protagonistas de los peores actos de la historia latinoamericana.
Cambiemos es también el nombre y el formato común de la alianza
encabezada por el PRO, donde su principal socio es la añeja UCR, un
partido mercenario que negocia su aparato al mejor postor. La coalición
asume el gobierno con el mensaje de cerrar una etapa, el comienzo de un
giro neoconservador, administrado por gerentes corporativos, ante el
casi resignado y preanunciado final de ciclo populista del capitalismo
con inclusión.
Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA)
Si hay un espacio donde el PRO se muestra congruente con su
substancia, es en sus estrategias internacionales y en las redes que lo
vinculan con partidos derechistas en la región y el mundo. Sin ser
excluyente, su lugar de pertenencia, donde se identifica y se reconoce
entre pares, es la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA).
La UPLA es una organización que agrupa a partidos de la derecha
continental, fue creada en noviembre de 1992 y tiene su sede en la zona
de Providencia, en Santiago de Chile. La integran 18 partidos, el PRO es
el único miembro argentino y se incorporó en el año 2005. La preside
Armando Calderón, ex-mandatario de El Salvador y uno de los fundadores
del partido ARENA.
Es un mix de centenarios y enmohecidos partidos, con nuevas
formaciones acordes a los tiempos del pragmatismo desideologizado. La
matriz ideológica de la iglesia católica es parte constitutiva de la
mayoría de estos partidos, la moral patriarcal y sexista junto a su
posición antiaborto, es línea común. Los formatos más cosmopolitas que
aderezan sus campañas no alcanzan para neutralizar esa impronta, que
explica la simpatía con el fundamentalismo cristiano dominante dentro
del partido Republicano de EEUU.
El bloque, sin ser homogéneo, pues contiene fuerzas cuyas particularidades son propias de génesis históricas variadas, que a su vez actúan en sociedades con una composición social diversa y disimiles niveles de complejidad, presenta, sin embargo, tendencias y comportamientos semejantes. Aparte de sumar empatías y afinidades, superan el plano declarativo para delinear campañas y acciones en común.
El bloque, sin ser homogéneo, pues contiene fuerzas cuyas particularidades son propias de génesis históricas variadas, que a su vez actúan en sociedades con una composición social diversa y disimiles niveles de complejidad, presenta, sin embargo, tendencias y comportamientos semejantes. Aparte de sumar empatías y afinidades, superan el plano declarativo para delinear campañas y acciones en común.
Un recorrido por su membrecía es un catálogo de lo peor de la
historia política de América Latina, dictaduras, golpes de estado,
corrupción, guerras fratricidas, narcotráfico, crímenes de lesa
humanidad y un común servilismo hacia los EEUU, integran el repertorio
de los partidos con los que se referencia el PRO. Ver Anexo, Quien es Quien en la UPLA
La UPLA es considerada la rama regional de la influyente y poderosa
Unión Internacional Demócrata, International Democrat Union (IDU), una
agrupación de partidos políticos anticomunistas, conservadores,
demócrata cristianos y liberales, creada en Londres en 1983, en tiempos
de la revolución conservadora de Ronald Reagan, Margaret Thatcher y el
papa Juan Pablo II; tiene su oficina central en Oslo, Noruega. Fue
fundada, entre otros, por la primer primera ministra del Reino Unido,
Margaret Thatcher; el canciller de Alemania, Helmut Kohl[;] el entonces
vicepresidente de EEUU, George W Bush y el que luego sería presidente de
Francia, Jacques Chirac.
Con un total de 70 miembros de 56 países de los cinco continentes,
entre sus principales integrantes están la Unión Demócrata Cristiana
(CDU) alemana de la canciller Angela Merkel, el Partido Popular español
(PP) de Mariano Rajoy, el Partido Republicano de EEUU, el Conservador
del Reino Unido, del primer ministro David Cameron[,] la Nueva
Democracia de Grecia del ex primer ministro Antonis Samaras, el
francés Les Républicains de Chirac- Sarkozy y entre otros partidos de
gobierno, la Unión Cïvica Húngara, Partido Nacional de Nueva Zelandia,
Partido Liberal de Australia. New Frontier Party - Saenuri Party, de
la presidenta coreana Park Geun-hye, Bharatiya Janata Party de la India,
el ucraniano Batkivschyna de Yulia Timoshenko y con status especial, el
Grupo Directorio Democrático Cubano con sede en Miami. El PRO es
miembro pleno.
Uno de los nexos importantes entre la IDU y la UPLA, es la
Fundación para el análisis y los estudios sociales (FAES) del Partido
Popular, financiada por el gobierno español, dirigida por el
ex-presidente José María Aznar. El madrileño, asesor de multinacionales
españolas, como la energética ENDESA, combina negocios con política y
recorre asiduamente nuestra región como consultor de gobiernos y
partidos de derecha.
En la Cumbre de la Américas de Panamá, realizada en abril de 2015, Aznar tuvo una fuerte presencia, liderando el ataque al gobierno de Venezuela y fomentando a los grupos que representan al conservadurismo y la reacción continental. En las asiduas visitas a la Argentina, nunca deja de encontrarse con Mauricio Macri. Esta afinidad le permite a la FAES organizar seminarios en las propias instalaciones del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En la Cumbre de la Américas de Panamá, realizada en abril de 2015, Aznar tuvo una fuerte presencia, liderando el ataque al gobierno de Venezuela y fomentando a los grupos que representan al conservadurismo y la reacción continental. En las asiduas visitas a la Argentina, nunca deja de encontrarse con Mauricio Macri. Esta afinidad le permite a la FAES organizar seminarios en las propias instalaciones del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Entre sus actividades, la UPLA incluye la formación de jóvenes
cuadros, en eventos como el encuentro juvenil en Santo Domingo
en septiembre 2014 y también de mujeres, que se reunieron en mayo del
2015 en Buenos Aires, con el PRO como anfitrión.
Esta pertenencia no agota frecuentes contactos y vínculos del PRO
con otros partidos del mismo signo por fuera de la UPLA. También en una
muestra de ubicuidad y de la nueva época donde se evaporan las fronteras
ideológicas, Mauricio Macri, de la mano de la UCR, se reunió
recientemente con Luis Ayala, el secretario general de la Internacional
Socialista. Luego del encuentro, José Manuel Corral, presidente del
radicalismo declaró:
“[…]a visita nos ayuda a difundir en Latinoamérica y el mundo, que
Cambiemos ha generado una expectativa de cambio real en la Argentina […]
estamos convencidos que va a hacer las cosas bien y va a solucionar los
verdaderos problemas que tiene el país”
La nueva vieja derecha
Durante la confrontación de la guerra fría, su ubicación en el
bando de la civilización occidental y cristiana, le permitió durante
décadas a la derecha latinoamericana, agitar el fantasma del comunismo
para justificar la violencia contra sus pueblos. Caído el llamado
socialismo real, en el mundo del capitalismo globalizado, el nuevo
paradigma es el choque de civilizaciones, con el nuevo enemigo, el
islamismo radical, surgido cuando la derecha neoconservadora requería
una amenaza de recambio. A pesar del impacto producido por el atentado
de la AMIA, no es fácil presentarlo como un peligro para América Latina,
como lo fuera la izquierda revolucionaria en los 60 y 70, atea,
marxista y socialista.
La nueva tensión está construida a partir de la confrontación con
los gobiernos, que de manera genérica y equívocamente homogénea se
definen como populistas, centrando sus imputaciones en la corrupción, la
inseguridad y el narcotráfico, vinculándolo también al terrorismo, para
dar cumplimiento a la cruzada internacional iniciada el 11S.
Paradojalmente, en un juego maniqueo y de manipulación comunicacional,
la derecha denuncia permanentemente fenómenos que la tienen como activa
protagonista y promotora.
El anticomunismo visceral desapareció de su prioridad al menos en
su lenguaje público y, si bien siguen considerando a Cuba como enemigo,
dejó de ser agitada como una amenaza, sobre todo cuando el imperio
norteamericano recompone sus relaciones con la isla.
La novedad, más allá de las denominaciones y los recursos
publicitarios, no supone un viraje ideológico, ni una adhesión
incondicional a los principios democráticos; básicamente debe buscarse
en su adaptación a las mutaciones producidas, desde los ochenta en
adelante, en las formas y modos de producción cultural, económica y
social, que modificaron las condiciones precedentes y empujaron hacia
una metamorfosis en las prácticas políticas. Su capacidad para renovarse
en la reproducción de lo instituido, está directamente relacionada con
su adaptación, a nivel coyuntural y estratégico, a los contextos
exógenos y endógenos.
En este periodo, los partidos se volvieron pos-ideológicos, ya no
explicitan su línea rectora, diluyen su identidad social, sostienen
pertenencias abstractas; la disputa que se ejerce frente a potenciales
votantes, es cada vez más amorfa e imprecisa. La imagen es todo, está
por encima de la palabra, los votantes desconocen las propuestas, se
enteran de qué se trata cuando las medidas ya están en curso. El
extrañamiento ante la política anula la posibilidad de comprometerse, de
ser parte protagónica, y deriva en la aceptación de ser solo parte de
una encuesta de opinión.
Los sujetos y las clases aparecen velados detrás de la
autodefinición de independientes, desaparece el pueblo de ciudadanos
soberanos, figura sobre la que se constituyó el imaginario del lazo
social moderno, siendo reemplazado por el conjunto universal de los
consumidores y contribuyentes. El modelo antropológico neoliberal que
presupone individuos aislados en competencia unos con los otros, se
adapta bien a las tácticas de manipulación política, donde la alienación
es alimentada por la expansión de la forma mercancía en todas sus
expresiones y su ethos cultural, un presentismo hedonista.
Los politólogos mediáticos son los encargados de develar los
arcanos y naturalizar el orden existente; se lo puede descifrar, pero no
impugnarlo. Su papel no es cuestionar, solo explicarnos cómo
evolucionan las candidaturas y cuántas probabilidades tienen de acceder
al manejo de las instituciones. La generalizada cultura
tecnócrata-gerencial de los cuadros elude explicitar y actuar en el
conflicto, mientras se agudiza el abismo entre la elaboración teórica
producida en el espacio académico, para autoconsumo, y la práctica
social y política atada un pragmatismo atado la inmediatez de la
coyuntura.
La elección de candidatos está basada en operaciones mediáticas,
donde para imponer al pretendiente utilizan los recursos propios del
marketing y la publicidad; poco importan programas o proyectos.
En 2010 la presidenta Michelle Bachelet, a pesar del desgaste de la
Concertación, era la figura política con mejor imagen en Chile, pero
Sebastián Piñera le gana las presidenciales al postulante oficialista,
el democratacristiano Eduardo Frei Ruiz, porque la imagen del hombre más
rico de Chile resulto superadora. Ambos ofrecían un menú donde las
semejanzas superaban a las diferencias.
La Concertación no requería ser cooptada, ya tenía en su seno a la derecha, en el sentido de que confirmaba y acentuaba a Chile como el país de discriminaciones que fue configurado por la dictadura empresarial-militar, claramente alineado con EE.UU. Como premio, la nación del norte permite a sus ciudadanos ser los únicos latinoamericanos en ingresar a su país sin visa.
La Concertación no requería ser cooptada, ya tenía en su seno a la derecha, en el sentido de que confirmaba y acentuaba a Chile como el país de discriminaciones que fue configurado por la dictadura empresarial-militar, claramente alineado con EE.UU. Como premio, la nación del norte permite a sus ciudadanos ser los únicos latinoamericanos en ingresar a su país sin visa.
Sebastián Piñera, Mauricio Macri y Horacio Cartes son empresarios
millonarios, no ocultan su riqueza sino por el contrario, esta es
esgrimida como modelo exitoso, que puede ser trasladado sin mediaciones a
la eficiencia de un Estado facilitador de la actividad mercantil
privada. Ante el latrocinio de políticos que medran en defensa de su
interés personal, crean un imaginario irreal, donde los ricos en el
poder no necesitarían robar pues ya poseen fortuna.
En sus primeros pasos políticos Piñera mantuvo vínculos con la
Democracia Cristiana, pero su alineamiento con el candidato pinochetista
Hernan Buchi lo llevo al partido continuista Renovacion Nacional,
surgido de las entrañas de la dictadura, donde realizo toda la carrera
que lo llevo a la presidencia.
El paraguayo Cartes no es parte del corazón del coloradismo, usó su
aparto, pero no alardea de ser parte de la historia del viejo partido
stroessnerista. Este empresario tabacalero, al igual que Macri, viene de
presidir un club de futbol convertido a formato de sociedad anónima.
Mauricio Macri, integrante del clan familiar que se enriqueció
haciendo negocios con la dictadura y creció con el menemismo, a
diferencia de otro empresario de su misma generación y pensamiento,
Francisco de Narvaez, que apostó al peronismo, eludió la opción de
disputar en el seno de los partidos tradicionales y se decidió a crear
su propio espacio.
La alianza que lo llevó a la presidencia demuestra su fortaleza, pero también su debilidad. Todo ese conglomerado variopinto se cobijó y coexiste circunstancialmente bajo la figura de Macri, para quien será cada vez complejo lidiar con tan diversos intereses.
La alianza que lo llevó a la presidencia demuestra su fortaleza, pero también su debilidad. Todo ese conglomerado variopinto se cobijó y coexiste circunstancialmente bajo la figura de Macri, para quien será cada vez complejo lidiar con tan diversos intereses.
EL PRO, que nació como la otra cara de la crisis argentina de 2001,
vende un perfil de eficiencia, entiende la actividad política como una
carrera tecnocrática que privilegia el marketing por encima de la
militancia. Su mensaje encuentra recepción como producto del vaciamiento
sistemático del quehacer político. No solo se vota desconociendo
quiénes integran las listas de candidatos que luego se adjudican su
representación, sino que la desinformación raya con el absurdo, la
mayoría del cincuenta por ciento de los argentinos eligió un presidente
de cuya organización solo conocen la sigla, no sabe ni le importa que
PRO es el apócope publicitario de un partido llamado Propuesta
Republicana.
El PRO, como otros miembros del UPLA, combina ambiciosos jóvenes
emprendedores, gestores de ONG, gerentes de multinacionales, con
experimentados políticos multimarca. El abuso del adjetivo nuevo no
impide recurrir a la vieja guardia y reproducir sus hábitos. Uno de
sus encumbrados cuadros, Federico Pinedo, nieto del político conservador
del mismo nombre, que fuera ministro de Justicia durante la década
infame, actual senador del PRO y efímero presidente, empezó su carrera
en la alianza UCeDe-Democrata, fundada por el ing. Álvaro Alsogaray en
1986 y pilar ideológico del gobierno menemista.
Pinedo puede encontrar
ex compañeros de militancia también en el FPV, Amado Boudou,
vicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner, quien al igual que su
mentor Ricardo Echegaray, director de la AFIP en ese gobierno, se formó
políticamente en UPAU, la agrupación universitaria de la UceDe.
Echegaray fue reciclado a presidente de la AGN, Auditoria General de la
Nación, con la firma de la vicepresidenta Gabriela Michetti.
Un outsider de la política, el guatemalteco Jimmy Morales,
actor, empresario de medios audiovisuales y profesor de teología, fue
electo presidente en segunda vuelta por el Partido Frente de
Convergencia Nacional (FCN), partido fundado en 2008 por ex militares,
responsables de crímenes de lesa humanidad.
Reiterando el recurso de
todo empieza conmigo, asume con el slogan “ni robo ni corrupción”.
Morales triunfa con el apoyo del actual alcalde de la ciudad de
Guatemala, Álvaro Arzú del partido Unionista, miembro de la UPLA; luego
que el ex militar Otto Fernando Pérez Molina tuviera que renunciar a la
presidencia y fuera encarcelado por los delitos de cohecho pasivo,
asociación ilícita y defraudación aduanera.
Con metodologías y objetivos semejantes, diferente es la
trayectoria de Juan Manuel Santos, Juan Hernandez Alvarado, Enrique Peña
Nieto y Norman Noel Quijano González, quienes recorrieron las etapas
más tradicionales de la partidocracia burguesa.
Juan Manuel Santos, elegido presidente en 2010, pertenece a una
familia de personajes vinculados a la historia política colombiana, fue
dirigente de los empresarios del café, comenzó su carrera política en el
partido Liberal, luego adhirió al gobierno de Uribe, de quien fue
ministro de seguridad y ante la imposibilidad de reelección de Uribe,
fue elegido con el apoyo de los liberales y conservadores, que pasaron a
integrar su gabinete al frente de distintos ministerios.
Juan Orlando Hernández Alvarado, abogado formado en EEUU, inició su
actividad en el partido Nacional hondureño en 1990 y sucedió en 2014 a
su correligionario el golpista Porfirio Lobo. Asumió haciendo centro de
su campaña en la lucha contra el crimen, para lo cual puso al ejército
en la calle.
En un reciente encuentro internacional de empresarios en enero de 2016, para convencerlos que su país es apto para invertir, afirmó que dejara de estar entre los más violentos del mundo. A diferencia de Lobo, de la mano de la IDU y la UPLA, logró el respaldo de gran parte de la comunidad internacional.
En un reciente encuentro internacional de empresarios en enero de 2016, para convencerlos que su país es apto para invertir, afirmó que dejara de estar entre los más violentos del mundo. A diferencia de Lobo, de la mano de la IDU y la UPLA, logró el respaldo de gran parte de la comunidad internacional.
Enrique Peña Nieto, integrante de una familia de peso dentro del
Partido Revolucionario Institucional (PRI) y militante del partido desde
su juventud, es ejemplo de la evolución del priísimo mexicano y de sus
líderes, que hace décadas abandonaron el discurso del nacionalismo
revolucionario, para abrazar una política tecnocrática y neoliberal,
que poco los diferencia del derechista PAN, partido de Acción Nacional;
juntos son parte de un bipartidismo gerenciado por corruptos, parte de
la trama del narco-estado mexicano. En las elecciones que lo llevaron a
la presidencia, donde la abstención alcanzó casi el 40 %, contó con el
apoyo del duopolio Televisa y TV Azteca. Papel mediático que se ha
transformado en decisivo a la hora de definir elecciones en todo el
continente.
El odontólogo Norman Noel Quijano González, del partido ARENA, fue
el segundo candidato más votado en las elecciones de El Salvador, donde
perdió ante el actual presidente Salvador Sanchez Ceren del Frente
Farabundo Martí. Se inició en la actividad política en 1989, según sus
palabras: “[…] ante la guerra civil en la que estábamos inmersos y por
la admiración que sentía por el liderazgo del mayor Roberto
D’Aubuisson”. Se refiere al criminal fundador de ARENA, quien encargo el
asesinato del obispo Arnulfo Romero.
No volvió, porque nunca se fue
Ninguno de los gobiernos populistas logró modificar sustancialmente
las fuertes asimetrías sistémicas y por tanto crear una correlación de
fuerzas capaz de cerrar el camino y debilitar a los sectores dominantes,
una relación de fuerzas que no se da exclusivamente a nivel de los
vínculos político-estatales, puesto que allí no se generan todas las
decisiones. Los actores principales, la banca, las corporaciones de
agronegocios y minería, de la construcción, del comercio exterior, la
energía y las comunicaciones junto a los grupos mediáticos, mantuvieron
su presencia preponderante y condicionante. En la sociedad, el
neoliberalismo ya había internalizado que se puede hacer y lo que es
intocable.
La derecha no avanza por lo que hicieron los gobiernos, las fuerzas
de izquierda y los movimientos sociales, sino fundamentalmente por lo
que no hicieron. La coyuntura histórica no debe llevar al error de
sobrestimar su capacidad y sus posibilidades, puede ganar tiempo, pero
no conseguirá estabilizar ni menos superar la crisis civilizatoria. Esto
no supone caer en el reduccionismo de pensar que alcanza con la
denuncia y el rechazo a su política, esperando que su fracaso genere
automáticamente condiciones cualitativamente diferentes para caminos
emancipadores.
No son solo una creación mediática, han operado a su favor el
desconocimiento de las tácticas generadas en sus centros de producción
de ideas, la subestimación de las condiciones socio-culturales producto
de las transformaciones del capitalismo tardío que metabolizan y crean
nuevas subjetividades, y la incapacidad crónica para ofrecer una
perspectiva superadora que no se agote en variables que optimicen el
sistema. Es difícil construir una alternativa solo con batallas
defensivas que asumen la derrota de las revoluciones del siglo XX, como
una victoria definitiva del capitalismo, aceptando el límite que impone
el capital y su forma de reproducción política.
Llevar el debate al
estrecho margen de quien gestiona mejor contribuye a la creación de una
praxis desprovista de connotaciones ideológicas, donde asimilar las
derrotas, generalmente significa plegarse al sistema.
La gobernanza por la vía de las urnas le ha dado a la derecha una
legitimidad que le permite defender sus intereses corporativos,
invocando el poder que le confieren las elecciones, lo cual no significa
creer ingenuamente en su mudanza al canon de la democracia, en todo
caso, es su visión restringida de la democracia, coercitiva, controlada,
una cáscara vacía para esconder prácticas antidemocráticas. Cuando por
esta vía no logran consenso, buscan el camino del golpe directo, como en
Venezuela en 2002, o apelan a recursos institucionales para producir
como en Honduras y Paraguay, maniobras parlamentarias destituyentes
apoyadas por el poder militar.
Entre los mensajes difundidos por los medios concentrados,
destinados a buscar el consenso de las capas medias para las políticas
antipopulares, cobró relevancia el discurso de la mutación de las clases
empobrecidas en formas parasitarias, que injustamente viven de los
impuestos que pagan los contribuyentes y que, como agravante, cometen
delitos contra quienes los sostienen. Así han creado las condiciones
para que amplios sectores den su consentimiento para un modelo
continental basado en un orden coercitivo donde la libertad de mercado
se impone con represión. Las semióticas de subjetivación están en
función de ofrecer protección y seguridad a un cuerpo social que se
percibe amenazado, constituyendo segregados masivos y simultáneamente
identidades ficticias.
La negación de la confrontación de clases e
intereses, pretende ser encubierta con una lógica basada en
responsabilizar de la conflictividad social a la ineficacia en la
administración de las instituciones, disfunción que solo podría
resolverse con liderazgos fuertes y equipos técnicamente capaces.
Un sector importante de la izquierda abandonó la rebeldía y su
vocación para transformar la sociedad y poner fin al capitalismo. La
estigmatización de la revolución acotándola a su formato militar supuso
dejar de reivindicar el socialismo como proyecto, para acotarlo a una
declamación, un sueño utópico, lejano e indefinido. Los modelos
aplicados se entronizan como única posibilidad, cualquier otra variable
fue descartada por inviable sin ni siquiera ser sometida a
consideración.
En un proceso de reconversión ideológica, aceptó los límites de la
democracia burguesa como el único horizonte posible, sumándose de facto
al pacto de gobernabilidad.
Muchas de las prácticas se perciben y son
indiferenciadas, se usan tanto a diestra como a siniestra, la ética
desaparece detrás de la verticalización y burocratización de la
política, el clientelismo, la corrupción, el blindaje de los líderes,
refractarios a la crítica, cargados de soberbia, sectarismo y con sueños
de reelección sin límite. A esta metodología se suma la coincidencia en
cuestiones cruciales como el extractivismo, el agronegocio, la
especulación urbana y financiera y el tema de la deuda frente a la cual,
la diferencia se plantea entre pagadores seriales y pagadores
compulsivos o de pago fácil para usar el nombre de una empresa
del grupo Macri. Estos rasgos hacen que los bordes entre quienes se
definen como conservadores o progresistas se volvieran porosos.
La conjunción de políticas que coagularon a las organizaciones
independientes de los trabajadores a favor de un sindicalismo
oficialista, burocrático, corporativo y desmovilizador y la cooptación
de las organizaciones sociales, erosionaron la potencialidad de los
proyectos políticos en curso y aumentaron la capacidad de maniobra de
las opciones restauradoras. Allanaron el camino para que las medidas de
ajuste contra las mayorías encuentren una resistencia debilitada, en un
panorama de fragmentación y dispersión del campo popular.
La lectura formal y mecánica de los acontecimientos, el análisis y
la valoración voluntarista de los procesos en curso, que hacen una parte
de la izquierda y los llamados partidos progresistas, sumada a la
debilidad de afrontar transformaciones radicales, se traduce en
oscilaciones y desconciertos con una impronta dominada por rasgos
emocionales y poco reflexivos.
Pasan rápidamente de la euforia, del
declamado irrefrenable avance de los pueblos, al pánico por una pandemia
derechista donde ese mismo pueblo devino, en breve tiempo, de ser el
protagonista de su destino, a convertirse en la difusa categoría de
gente, presa de los medios masivos y ganada por la mercadotecnia
neoliberal.
Las derrotas políticas, la volatilidad de las pertenencias y
de las conductas electorales leídas en términos de virajes imprevistos,
acota toda búsqueda de rasgos estructurales, conductas y patrones
culturales y soslaya toda autocrítica, de quienes piensan la sociedad
como un escenario cristalizado.
Una versión de este desconcierto puede verse en el Foro de San
Pablo, autodefinido como un espacio de fuerzas progresistas y de
izquierda, que podría considerarse la contracara de la UPLA. En la
Declaración Final del XXI encuentro realizado en la ciudad de México,
DF, del 29 de julio al 1 de agosto de 2015 señalan: “[…] nos permiten
confirmar, con el avance incuestionable de las fuerzas de izquierda en
la región, la trascendencia histórica de la fundación de esta agrupación
de partidos y movimientos políticos.
La izquierda, con diferentes
procesos de acumulación, en los últimos años no ha perdido las
elecciones en ningún país de América Latina después de haberlas ganado.
Hoy América Latina vive, ya no una época de cambios, sino un cambio de
época”. Pocos meses después, en noviembre, el PRO triunfa en las
presidenciales argentinas, el gobierno de Venezuela es derrotado en las
elecciones el 6 de diciembre del mismo año, y el 20 de febrero de 2016,
el gobierno de Evo Morales pierde un plebiscito que nunca debió
realizarse.
¿Vivimos tiempos de una restauración derechista?, o tal vez se
simplificó e ingenuamente se encriptó su presencia.
No puede
reflexionarse sobre este cuadro sin vincular este fenómeno con el
agotamiento de una experiencia genéricamente y erróneamente uniformada
como populismo.
La derecha no volvió, porque nunca se fue; su retorno a
posiciones de gobiernos, cuyo impacto y gravedad no puede ser
minimizado, confirma la imposibilidad de un crecimiento sostenido con
inclusión como afirman con variantes, los distintos proyectos
neo-desarrollistas, bastó que cayeran los precios de los commodities, y
avanzara la debacle financiera iniciada el 2008, para poner en crisis el
modelo.
La base y el poder de la derecha están en el mantenimiento de
un patrón civilizatorio cuya esencia es la propiedad privada, el
patriarcado clerical, la supremacía racial eurocéntrica, la apropiación
de la riqueza de la tierra y la destrucción de la naturaleza. Su
repliegue circunstancial no eliminó el poder que la sustenta, ni su
retorno a posiciones de gobierno por la vía electoral, disminuye su
potencial esencialmente represivo, autoritario y discriminatorio, que
constituye un factor molecular de su carácter. La barbarie que arrasa el
planeta es enteramente compatible con la violencia que en América
Latina es la matriz fundacional extendida desde la colonia hasta
nuestros días.
Anexo
Quién es quién en la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA)
Renovación Nacional (RN) y Unión Demócrata Independiente (UDI),
Chile
Renovación Nacional (RN) integra la coalición Chile Vamos, alianza
que comparte con la Unión Demócrata Independiente (UDI), Evolución
Política (Evópoli) y el Partido Regionalista Independiente (PRI). La
historia de Renovación Nacional se remonta al año 1987, cuando Chile se
estaba preparando para el plebiscito de 1988 que decidiría la
continuidad en la presidencia de Augusto Pinochet, que dirigía el país
desde el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. Se funda el
partido político el 29 de abril del mismo año, con militantes de
movimientos y partidos que colaboraron con el Régimen Militar.
De este modo, Renovación Nacional fue el primer partido político
legalizado en Chile tras la prohibición decretada por la dictadura de
Pinochet.
Con ocasión del plebiscito de 1988, Renovación Nacional llamó a
votar por la opción «Sí», es decir, la continuidad de Pinochet como Jefe
de Estado y de Gobierno por un nuevo período de ocho años.
En 2009 Sebastián Piñera, presidente del partido, fue seleccionado
por la directiva de Renovación Nacional como su candidato para las
elecciones presidenciales y lideró la Coalición por el Cambio
Piñera es uno de los hombres más ricos de Chile, según la revista
Forbes posee una fortuna de 2.500 millones de dólares, provenientes de
sus diversas empresas inmobiliarias, financieras, y agropecuarios,
presidente de Citycorp Chile y representante de Visa y Mastercard,
compró las empresas aeronáuticas LAN Chile y Ladeco, y luego se expandió
con LAN Peru y LAN Ecuador, LAN Argentina.
En 2013 apoyó la candidata de la UDI Evelyn Matthei Fornet que
perdió en primera vuelta y en el balotaje ante Michelle Bachelet [punto
aparte]
Union Democrata Independiente (UDI) tuvo su origen en el Movimiento
Unión Demócrata Independiente creado en 1982, como la estructura civil
para dar apoyo al régimen de Pinochet. En 1989 se inscribe como partido
para participar en las elecciones ante el triunfo del NO en el
plebiscito que proponía la continuidad del dictador.
En las primeras elecciones presidenciales, la Unión Demócrata Independiente promovió la candidatura de Hernán Büchi, un chicago boy
que tuvo diversos cargos en el gobierno de Pinochet, incluida la
titularidad del ministerio de Hacienda. Fue derrotado por el candidato
de la Concertación, el demócrata cristiano Patricio Aylwin.
En 2009 apoyan la candidatura de Sebastián Piñera, de sus aliados
del RN y pasan a ser oficialistas con numerosos cargos en el gobierno.
Varios de sus militantes históricos se han visto involucrados en
casos de corrupción para financiar las campañas políticas, que han
salido a la luz durante el segundo gobierno de Bachelet. A fines de 2014
se hizo público el escándalo conocido como Pentagate, por el cual se
investigan financiamientos irregulares a varios políticos de la UDI por
parte de Empresas Penta. Uno de sus principales dirigentes, Jovino
Novoa, fue condenado por delitos tributarios a una pena de tres años de
presidio y suspensión legal de cargo u oficio público durante el tiempo
de la condena.
Ambos partidos son los anfitriones de la U.P.LA, que tiene su sede en Santiago de Chile
Partido Conservador (PC), Colombia
Fundado en 1849, agrupando a integrantes de la Iglesia Católica, a
terratenientes y mineros esclavistas, el Partido Conservador es uno de
los más antiguos de América. Protagonista de una interminable serie de
guerras civiles, se mantuvo en el gobierno de Colombia hasta 1930.
Durante este periodo se dio la Separación de Panamá de Colombia, la
Guerra de los Mil Días y la llamada “Masacre de las bananeras” relatada
por Gabriel Garcia Marquez en Cien años de soledad.
Durante la presidencia de su líder Mariano Ospina Pérez se produjo,
en Bogotá, el 9 de abril de 1948, el asesinato del político Jorge
Eliécer Gaitán, que desencadeno el suceso conocido como el “Bogotazo”
que cobro más de 500 víctimas e inicio un periodo conocido como “ de la
violencia” que cobro más de 300.000 muertos En esa fecha se realizaba
la IX Conferencia Panamericana cuyo principal objetivo, patrocinado por
Estados Unidos, era convencer a los países participantes de realizar un
acuerdo para declarar el comunismo como una actividad fuera de la ley.
Este evento fue el precedente, que más tarde se convertiría en la
Organización de los Estados Americanos (OEA).
En 1953 un golpe de estado fue liderado por el general conservador
Gustavo Rojas Pinilla que comenzó su gobierno con apoyo de liberales y
conservadores. Ante el temor [de] que la dictadura de Rojas Pinilla se
extendiera indefinidamente, ambos partidos crearon el Frente Nacional,
donde acordaron alternarse en poder, práctica que sostuvieron por 16
años, marginando a toda expresión política opositora.
En 1969 durante el gobierno del conservador León Valencia se
aprueba ley 48, por medio de la cual se dio el fundamento legal para la
creación de las organizaciones paramilitares.
Para las elecciones presidenciales de 2002, el partido Conservador
respaldó al candidato Álvaro Uribe, un postulado como independiente
contra el candidato oficial del liberalismo, Horacio Serpa. Al resultar
elegido Uribe como presidente de Colombia el partido Conservador pasó a
hacer parte de la coalición uribista.
En las elecciones presidenciales de 2006, el partido apoyó la
reelección de Uribe, siendo la segunda fuerza parlamentaria de su
coalición, después del Partido de la U.
Uribe estuvo involucrado en la creación del narco-estado
colombiano, es acusado de ser participe activo en la formación de grupos
paramilitares y crímenes de lesa humanidad. La carpeta caratulada con
el nombre de Álvaro Uribe que se halla en la Fiscalía de la Corte Penal
Internacional, contiene acusaciones que lo involucran en asesinatos,
exterminios, deportación y traslado forzoso de campesinos a favor de
hacendados, encarcelación, tortura y privación ilegítima de libertad.
En 2010 la candidata a la presidencia del Partido Conservador,
Noemí Sanín, resultó derrotada, ocupando el quinto lugar en votación.
Resultó elegido Juan Manuel Santos y el Partido Conservador, una vez
más, se vinculó a la coalición oficialista.
Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) El Salvador
Fue fundado en la década de 1980 por Roberto d'Aubuisson, militar
de graduación del ejército salvadoreño junto a la empresaria y
terrateniente Gloria Salguero Gross, El partido tuvo desde su origen el
apoyo de miembros del Partido Republicano de los Estados Unidos, entre
ellos, el senador Jesse Helms, figura paradigmática de ultraderecha
racista y activo protagonista de la política latinoamericana, fue autor
de la ley de refuerzo del embargo a Cuba, apoyó de Pinochet, sostén de
la contra nicaragüense y mentor de D'Aubuisson a quien ayudó en el
proceso de desarrollo del partido. Durante la década de los 80, miembros
de ARENA participaron en la organización y financiamiento de los
escuadrones de la muerte que produjeron masacres y crímenes contra
población civil.
El lunes 24 de marzo de 1980 fue asesinado el obispo defensor de
los derechos humanos, Óscar Arnulfo Romero cuando oficiaba una misa en
la capilla del hospital de La Divina Providencia. Treinta y un años
después del asesinato, se conoció el nombre del asesino de Romero: fue
Marino Samayor Acosta, un sub-sargento de la sección II de la extinta
Guardia Nacional, y miembro del equipo de seguridad del ex presidente de
la República, quien manifestó que la orden para cometer el crimen la
recibió del mayor Roberto d'Aubuisson.
En 1986 Orlando Lloverá Ballette e Isidro López Sibrián, personas
vinculadas a Roberto d'Abuisson fueron juzgados y condenados por el
secuestro de varios empresarios. En 1989, con la autoría intelectual del
fundador del partido, durante los primeros meses del gobierno de ARENA
fueron asesinados, los jesuitas defensores de los derechos humanos
Ignacio Ellacuría, Martín Baró, Segundo Montes, Amando López, Juan Ramón
Moreno, Joaquín López y López y sus colaboradoras Elba y Celina Ramos.
En elecciones, el partido consiguió la Presidencia de la República
con Alfredo Cristiani (1989-1994), Armando Calderón Sol (1994-1999)
actual presidente de la UPLA, Francisco Flores (1999-2004) y Elías
Antonio Saca.
El 15 de marzo de 2008 el partido eligió al que fue su candidato a
las elecciones presidenciales de 2009, en las que ARENA intentó sin
éxito conseguir su quinta victoria consecutiva. El elegido fue Rodrigo
Ávila, director, hasta hace unas semanas antes de su nominación, de la
Policía Nacional Civil. En 2014 Norman Noel Quijano González, publico
admirador de Roberto d'Aubuisson, perdió las elecciones ante el actual
presidente Salvador Sanchez Ceren del Frente Farabundo Marti
Partido Nacional Honduras (PNH), Honduras
El PNH es el resultado de una añosa urdimbre de privilegios, tejida
por el maridaje entre la oligarquía, políticos y jueces corruptos, las
fuerzas armadas, la iglesia y las corporaciones; combinó triunfos
electorales con el recurso recurrente de golpes de estado.
Hacia 1929 el presidente de la Cuyamel Fruit (empresa que más tarde
fue anexionada por la United Fruit), refiriéndose al valor de los
diputados hondureños a la hora de comprar sus servicios dijo: “ un
diputado en Honduras cuesta menos que una mula”. El presidente era
entonces el dirigente del Partido Nacional Francisco Bográn Barahona
[punto aparte]
En esos años fue parida la definición “república bananera” Desde
entonces esa plutocracia de liberales y nacionales, se reprodujo sin
sobresaltos y construyó un bipartidismo blindado a cualquier cambio.
Una de sus figuras más nefastas, el General Tiburcio Carias Andino,
gobernó dictatorialmente desde 1933 a 1949. Pagó todas las deudas
fraudulentas de los anteriores gobiernos a las bancas inglesa y
norteamericana. Sofocó las huelgas, encarceló, persiguió brutalmente a
los opositores y restauró la pena de muerte. Fue el congreso dominado
por partido Nacional quien avaló su sucesión continuada. Creó una
coordinadora represiva con otros dictadores el General Jorge Ubico de la
república de Guatemala, Maximiliano Hernández Martínez de la república
de El Salvador y Anastasio Somoza García de la república de Nicaragua.
Entre 1963 y 1971 dirigentes del PN integraron el gabinete del
general golpista Lopez Orellano durante cuyo gobierno se produjo la
llamada guerra del futbol ente Honduras y El Salvador.
El país entero fue durante décadas un protectorado político-militar
de EE. UU, un centro operacional para conspiración y agresión,
Guatemala (1954), Cuba (1961), Nicaragua (1979), y El Salvador (1980)
acusaron recibo de ello.
En la década de los ochenta, apoyaron la política de confrontación
con la Nicaragua Sandinista y la transformaron su país en el campo de
entrenamiento y acción de “la contra” con militares de la dictadura
somocista. La base operacional fue coordinada por John Negroponte
embajador de EE.UU. y ex-asesor de seguridad en Vietnam, quien junto al
coronel Oliver North manejó los fondos del narcotráfico del Irangate
para la agresión paramilitar Desde la base militar de Soto Cano,
conocida también por su nombre de Palmerola, se dirigió la guerra sucia
contra Nicaragua y contra los revolucionarios salvadoreños y
guatemaltecos.
Manuel Zelaya, tras ganar las elecciones del 2005 por el Partido
Liberal, frente a su contrincante del Partido Nacional, Porfirio Lobo
Sosa, asumió en enero de 2006. En 2009 la consulta no vinculante sobre
la convocatoria a una Asamblea constituyente, disparó la maniobra
destituyente y en junio fue derrocado por un golpe de estado, tras lo
cual fue expulsado del país. Roberto Micheletti uno de los instigadores
del golpe, asumió el cargo.
En elecciones condicionadas y denunciadas fraudulentas es elegido
Porfirio Lobo Sosa del PN, durante su presidencia, se encargó de
reprimir brutalmente al movimiento de resistencia campesina en
connivencia con los grupos paramilitares de los terratenientes. En un
evento internacional de empresarios, frente a la denuncia que lo acusaba
de estar vendiendo el país, su canciller declaro:” No es cierto, solo
queremos alquilarlo por un tiempo”
En noviembre de 2013 el candidato del Gobierno, Juan Orlando
Hernández Alvarado, líder del Partido Nacional fue elegido presidente.
Durante el segundo año de gobierno varios miembros del PNH fueron
acusados por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos por
corrupción y lavado de dinero. También el ex presidente Rafael Leonardo
Callejas, y el abogado Alfredo Hawit Banegas ambos del (PNH) fueron
acusados en relación con el FIFAGATE. En 2015 la Corte Suprema de
Justicia hondureña afín al PNH, ha dado el visto bueno a una futura
reelección presidencial, al derogar el artículo 239 de la Constitución,
que la prohibía desde 1982. El golpe contra Zelaya fue justificado por
esta misma CSJ pues entendía que la consulta buscaba su reelección.
Partido Conservador (PCN), Nicaragua
El Partido Conservador fue creado en 1851, es el partido más
antiguo de Nicaragua. Entre los años 1910 y 1926, con la presidencia de
los conservadores, se efectivizó la presencia de tropas militares de
EEUU. En base a un tratado que se mantuvo vigente hasta 1970, otorgaron
por 99 años de las islas Great Corn Island y Little Corn Island. En EEUU
los presidentes eran Howard Taft autor de la frase : “No está lejano el
día en que tres banderas de barras y estrellas señalen en tres sitios
equidistantes la extensión de nuestro territorio: una en el Polo Norte,
otra en el Canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. Todo el
hemisferio será nuestro, de hecho, en virtud de nuestra superioridad
racial, ya es nuestro moralmente" y Woodrow Wilson quien dijo: “los
hombres blancos fueron provocados por un mero instinto de
supervivencia... hasta que finalmente surgió el gran Ku Klux Klan, un
verdadero imperio del sur, para proteger al territorio sureño”. Durante
su mandato tropas estadounidenses invadieron México, Haiti y Republica
Dominicana.
En abril de 1950, el Gral. Somoza García firmó un pacto con líder
conservador, Gral. Emiliano Chamorro. El acuerdo político bipartidista
es conocido como el “Pacto de los Generales”, de este modo, el partido
de Somoza compartió el poder con los conservadores, que pudieron
participar de la red patrimonial y clientelista de los Somoza, al mismo
tiempo que estos últimos lograban impunidad para todas sus fechorías y
continuaban en el control del Estado, gracias a esta coalición.
Ante el crecimiento de la resistencia y en un contexto de protestas
populares contra el régimen, Anastasio Somoza Debayle y el líder
conservador Fernando Agüero, suscriben en marzo de 1971 un nuevo tratado
de gobernabilidad, conocido como “Kupia kumi” ("un solo corazón" en
lengua mískita). Reprodujo el modelo de repartición de cargos entre
liberales y conservadores, estableciendo una relación en el congreso, de
sesenta por ciento para la mayoría y cuarenta por ciento para la
minoría, sin importar los resultados electorales. Este acuerdo permitió a
pesar de un abstencionismo del 50 por ciento, que Somoza Debayle,
resultara ungido presidente de la República.
En 1974 integra la UDEL un frente opositor a Somoza, en 1978 su
principal dirigente el empresario y director del diario La Prensa, Pedro
Joaquin Chamorro es asesinado. Con el triunfo de la Revolución
Sandinista, su viuda Violeta Chamorro integra la Junta de Reconstrucción
Nacional, pero luego pasa a la oposición, apoyada por el gobierno de
Reagan, vinculándose a grupos contra-revolucionarios. En 1990 Violeta
Chamorro lidera una coalición de 14 partidos que vencen en elecciones al
sandinismo. Es sucedida por dos presidentes liberales Arnoldo Aleman y
Enrique Bolaños Gayer, en 2006 es elegido nuevamente el dirigente
sandinista Daniel Ortega.
Partido Colorado, Paraguay
La Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado fue creada en 1887 y gobernó ininterrumpidamente hasta 2008.
En 1954 toma el poder el general Alfredo Stroessner, iniciando la
dictadura más duradera del continente. Suprimió todas las garantías
constitucionales, mantuvo bajo control las actividades de los partidos
políticos y ejerció una dura represión. Gobernó con el apoyo del
ejército y de su partido. El partido gubernamental se convirtió
igualmente en un entramado dedicado al reparto de favores. La corrupción
se extendió de esta manera en una trilogía de gobierno, partido y
fuerzas armadas.
Durante su régimen fueron asesinadas miles de personas, empleó la
tortura, el secuestro, los crímenes políticos y construyo una vasta red
de corrupción que lo ha sobrevivido. Expreso su admiración por el
fascismo y dio asilo a numerosos criminales nazis.
Stroessner fue el primero en romper relaciones diplomáticas con
Cuba 1960, incluso un año antes que EEUU. Y fue el primero en visitar
Chile después del golpe de Augusto Pinochet de quien se convirtió en
amigo personal. Permitió la entrada de dictadores derrocados de otros
países, como el ya citado Anastasio Somoza Debayle que murió en Asunción
en un atentado.
El 23 de mayo de 1969, un grupo de agentes de la CIA fue admitido
legalmente en Paraguay y sus efectivos fueron asignados a acciones
políticas.
En los 80, con el fin de las dictaduras en Brasil, Argentina y
Uruguay y ante la movilización de la oposición, en febrero de 1989, el
consuegro de Stroessner y hasta entonces mano derecha, el general Andrés
Rodríguez Pedotti, con el respaldo de Estados Unidos, encabezó un golpe
de Estado que puso fin al gobierno del dictador. El partido Colorado
siguió en el poder con las presidencias de Juan Carlos Wasmosy y Nicanor
Duarte Frutos.
En 1992, descubrieron los llamados Archivos del Terror, documentos
que demostraban que Stroessner había participado en la Operación Cóndor,
el acuerdo militar para la persecución de exiliados, con apoyo de las
dictaduras militares de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador y
Uruguay, que propició la tortura, secuestro y asesinato de miles de
paraguayos y ciudadanos de los países mencionados.
En 2008 la Alianza Patriótica para el Cambio logro llevar a la
presidencia a Fernando Lugo que termino con la hegemonía más larga de un
partido, el Colorado, en nuestro continente.
En 2012 se produce la masacre de campesinos en la finca Campos
Morombie del ex senador Blas Riquelme del Partido Colorado, estos
sucesos en la localidad de Curuguaty fueron la excusa para el golpe
parlamentario que destituyo a Lugo.
En 2013, Horacio Cartes empresario tabacalero del partico Colorado,
fue elegido presidente. En su calidad de dirigente de la asociación del
futbol paraguayo se lo ha vinculado con la corrupción en la Conmebol,
entidad que tiene su sede en Asunción. Si bien pertenece a la estructura
del coloradismo, bajo el lema “Nuevo Rumbo” Cartes encarna la versión
paraguaya de la derecha aggiornada.
Democrata (DEM), Brasil
Demócratas (DEM), cuya antigua denominación era Partido del Frente
Liberal (PFL), es considerado uno de los principales partidos de la
derecha de Brasil. El partido es heredero de las facciones liberales de
la Alianza Renovadora Nacional (ARENA), denominación política que apoyó a
la dictadura militar de 1964 y de la Unión Democrática Nacional (UDN -
fuerza política de la década de 1950). La Alianza Renovadora Nacional
(ARENA) fue creada el 4 de abril de 1965 tras el Golpe Militar de 1964
en Brasil. Su creación tuvo lugar con la instauración del bipartidismo
mediante la ley institucional número 2 al mismo tiempo que en el acta
número 4 decretaba la ilegalización de trece partidos existentes.
Durante el gobierno militar ARENA aporto cuatro presidentes: Mariscal
Castello Branco, Costa e Silva, Garrastazu Medici y Ernesto Geisel.
En el periodo más reciente la figura más notoria del DEM, José
Roberto Arruda, gobernador del Distrito Federal de Brasilia, 2010, tuvo
que renunciar al ser descubierto un sistema de corrupción en su
gobierno, conocido como Mensalão do DEM.
En el curso de las investigaciones en 2012, Arruda estuvo preso por
tres meses, tornándose en el primer gobernador de Brasil en ser
encarcelado durante su mandato. Ante el escándalo su partido, el DEM,
tuvo que desafiliarlo. Actualmente tiene en ejercicio dos gobernadores,
dos senadores y sesenta diputados federales.
Otros miembros de la UPLA son:
Movimiento Demócrata Social, Bolivia
Partido Social Cristiano, Ecuador
Partido Pañamenista y Cambio Democrático, Panamá
Partido Popular Cristiano, Perú
Partido Reformista Social Cristiano y Fuerza Nacional Progresista, Republica Dominicana
Proyecto Venezuela, Venezuela